jueves, 26 de enero de 2012

Dicen que los momentos más increíbles, mágicos y especiales se ven con los ojos cerrados, como cuando das un beso, sueñas, o simplemente cuando tienes miedo y aprietas fuertemente los ojos para pensar en cosas bonitas que te hacen volver a estar bien. Son esos momentos los que hacen que tengas fuerzas para más tarde abrir los ojos, son los que hacen que tengas fuerzas para distinguir los colores y las formas. Son los momentos que hacen que sonrías, que seas feliz. Pero no, en este caso no me hace falta para sonreír, ser feliz o simplemente distinguir los colores, en este caso, él es el que hace que sonría, que sea feliz, él es el que hace que pueda distinguir los colores

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